CUANDO Y COMO NACE LA FUERZA DE UNA SONRISA EN BARCELONA


LA FUERZA DE UNA SONRISA nace en Barcelona durante el 2014.

Llegué a M’bour por segunda vez un Viernes 20 de Junio del 2014, con toda mi familia, esta vez no serían unas vacaciones como las que pudimos hacer en otras ocasiones, eran unas vacaciones destinadas al AMOR, sentir y compartir ese sentimiento entre nosotros y con los pequeños del orfanato, La Pouponniere de M’bour. Un sentimiento consciente desprendiéndose a cada instante, en cada movimiento, en cada mirada, en cada sonrisa o llanto, en cada uno de nosotros, mis hermanos, mi mamá y yo.

Cada mañana íbamos a la Pouponniere a ver a los pequeños, a jugar con ellos, a darles de comer…pero lo que más.. a repartir AMOR,  y era poco lo que nosotros podíamos entregar a lo que recibíamos diariamente, ese sentimiento nunca lo olvidaré, cuando abría la puerta de la habitación y aparecían esas miradas brillantes agradeciendo tu sonrisa, de repente brincaban de alegría, gritos y muchas risas se oían, cuando querías dar un paso hacia adelante, sentías que había un gran peso que no te dejaba caminar, mirabas hacia abajo y veías a tu alrededor esas sonrisas blancas y esos ojos brillantes ansiosos para que les abrazaras, les hicieras una caricia, una sonrisa, un gesto donde se pudieran sentir, un ser de luz en medio de otros seres de luz pero que nadie nunca les había hecho sentir ser alguien. Allí son uno más, u otro más, son supervivientes, las mismas personas que les cuidan se sienten un trabajador más sin importancia, por lo tanto teniendo a más de 160 niños huérfanos o en situaciones de riesgo social para ellas es algo sin importancia, ellas también han sido tratadas así siempre, sin afecto, sin nadie que les diga lo importante que es la labor que hacen, sin que ellas mismas se valoren como ser en la tierra. Se valoran como alguien que debe de sobrevivir en ese lugar del mundo al que la gente Tubab (blancos) llama: un país tercermundista, Senegal donde hay miseria, pobreza… donde no hay recursos..

Podría explicar mucho más, pero prefiero explicarlo en otro momento o en otro contexto, hay cosas que no se pueden contar así, escribiendo un texto, se necesita un tiempo para expresar y que la otra persona esté dispuesta a escucharte porque también es de su interés.
La experiencia que viví ese verano, cambió mi camino. Siempre he colaborado con distintas organizaciones o asociaciones que dedican su labor al voluntariado internacional, he vivido varias experiencias, pero a raíz de Senegal me di cuenta de la necesidad que hay consciente o inconscientemente de AMOR en toda la humanidad.

 Todos somos humanos y es una necesidad sentirse amado/a.

Por esta razón, después de investigar de qué manera podía seguir colaborando con Senegal de una manera más directa y constante decidí contactar con la Asociación La Fuerza de una Sonrisa para apoyarles en su proyecto actual “La casa de la sonrisa”. María Virtudes, la Presidenta, y Cesar me dieron la oportunidad de abrir la delegación en Barcelona de la Asociación y por lo tanto ser  la coordinadora. En fecha 23 de Diciembre de 2014 nos autorizaron legalmente la nueva delegación, un regalo para mí y para todos, cada vez somos más para crear un mundo mejor.

Actualmente dedico mi tiempo para la Asociación, creando eventos, pensando maneras e ideas para poder ir creciendo un poco más cada día y, sobre todo, para sensibilizar a la humanidad de lo importante que es el amor en todo el mundo. Es un trabajo muy gratificante aunque a veces también hay golpes de dolor cuando ves que gran parte de la humanidad vive para agradar a los demás y no para sentirse bien con ellos mismos, con su ser, su esencia. Es una realidad, cada vez mayor, la falta de autoconciencia de nuestra esencia.  ¿Quiénes somos? Y, ¿Para qué estamos aquí?

Ahora os toca a vosotros responder :)

Doy las gracias a mi familia por ese viaje que cambió mi rumbo y a los representantes de la Fuerza de una Sonrisa por confiar en mí.

Y por supuesto miles de gracias a todas las personas que hacen posible que cada vez crezca más esta labor y ese amor hacia los demás y por lo tanto hacia nosotros mismos.

Los niños son el futuro de este mundo, si empezamos a trabajar des de la conciencia del amor, en el mundo brindara la paz. Hagámoslo posible entre todos.

Una gran sonrisa llena de amor, ¡para ti!


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